Con estos instrumentos, el inversor se asegura parte o el total del cobro de un título, en caso de que no se lo cancele. El costo de la cobertura privada se acerca a los 3.000 puntos básicos para la Argentina, por encima de Venezuela y Ucrania
En medio de la incertidumbre en el sistema financiero argentino, a dos meses de haber ingresado en un default "selectivo" de la deuda soberana, el país ostenta un nuevo récord: los seguros privados contra eventuales impagos de los títulos públicos asciende a los 2.666 puntos básicos.
Argentina duplica así a los países que la escoltan en el ránking de Credit Default Swaps (CDS),Venezuela (1.588 puntos) y Ucrania (1.306 puntos). Estas tres economías son las únicas cuyos CDS superan los 1.000 puntos básicos en el mundo.
Los Credit Default Swaps (CDS) o Swaps de incumplimiento crediticio son los instrumentos financieros que se negocian en Wall Street y constituyen, en su forma más simple, un contrato privado bilateral entre un comprador y un vendedor de protección.
En este contrato el comprador se compromete a realizar una serie de pagos en el tiempo (primas) y el vendedor se compromete a cubrir parte o el total del crédito asegurado en caso de que éste no sea cancelado.
Los CDS se utilizan en el aseguramiento de grandes corporaciones, en el aseguramiento de paquetes de referencia crediticia (CDO) o en el aseguramiento de los bonos de deuda soberana, y se dieron a conocer tras el estallido de la crisis subprime. Su monto mínimo de operación es de 10 millones de dólares. Pueden ser a un año, 2, 3, 5 años o 10 años. Pero también se aplican a plazos más cortos.
El mercado financiero argentino actúa con aún más incertidumbre desde que el juez estadounidense Thomas Griesa declarara a la Argentina en desacato, por no haber cumplido con una orden judicial que obligaba al país a realizar un pago de unos u$s1.400 millones a los holdouts, que no entraron en los canjes de 2005 y 2010. La demanda fue presentada por algunos fondos, como NML Capital y Aurelius. Sin embargo, el magistrado no impuso ninguna sanción económica.
Luego de que el país entrara en default "selectivo", empresarios e inversores comenzaron a dolarizar sus portafolios, ante la depreciación de la moneda local y una creciente expectativa de una nueva devaluación en el mercado oficial. Muchos de ellos, buscaron además cobertura con la contratación de un seguro ante un eventual impago soberano que se prolongue más allá de 2014.