Aceptó un marco legal para que sus bancos cedan los datos de residentes estadounidenses con cuentas en Suiza.
La presión de Washington fue insoportable y Suiza aceptó la semana pasada las exigencias del gobierno estadounidense para abrir parte de su secreto bancario.
La administración estadounidense forzó al gobierno suizo (que apenas pudo replicar) a aceptar un marco legal para que los bancos helvéticos cedan los datos de los residentes estadounidenses que evadieron impuestos en los últimos años usando cuentas bancarias en Suiza. Lo acordado es una ley que permite a los bancos suizos llegar a acuerdos con el fisco estadounidense, algo que hasta ahora tenían prohibido por la ley de secreto bancario.
Washington lo tiene claro desde fines de la década pasada: los bancos suizos con oficinas en Estados Unidos estaban ayudando a ciudadanos estadounidenses a evadir impuestos transfiriendo sus fondos a Suiza.
Además de poner multas que llevaron al cierre de un pequeño banco, el "Wegelin & Co", el gobierno de Barack Obama amenazó con medidas más radicales, como quitar la licencia bancaria en Estados Unidos a los bancos suizos involucrados en estas prácticas. Pero no había un acuerdo global y la Casa Blanca planteó un ultimátum al gobierno suizo para que forzara a sus bancos.
Los diputados suizos votarán este mes el acuerdo, que tiene todos los visos de salir adelante. Y los bancos tendrán que pagar fuertes multas y transferir los nombres de sus clientes estadounidenses -no residentes-.
La prensa suiza estima que las multas que deberán pagar los bancos helvéticos podrían llegar hasta los 10.000 millones de dólares en conjunto. El gobierno suizo reconoció en un comunicado que "los bancos que lo deseen podrán regularizar sus relaciones con el Departamento de Justicia estadounidense".
Aunque parezca voluntario, la banca suiza se arriesga a tener que abandonar Estados Unidos si no coopera con Washington, La ministra de Finanzas suiza, Eveline Widmer Schlumpf, dijo que no fue "una solución placentera": "Era una oferta unilateral, no podíamos negociarla".
La ministra calcula que unos 10.000 estadounidenses tendrían dinero en cuentas bancarias suizas que les han servido para evadir impuestos durante años. Además, los bancos tendrán que comunicar también a Washington los nombres de los empleados de bancas que ayudaron a la evasión fiscal de esos ricos clientes. En 2009, UBS ya cedió los datos de 4.450 clientes estadounidenses y pagó una multa de 780 millones de dólares.
Fuente: http://www.ieco.clarin.com/economia/presion-Washington-agrieta-secreto-bancario_0_931107209.html