La decisión del Banco Central tomó por sorpresa al mercado. De esa forma pudo quedarse ayer con u$s 140 millones y así reforzar el nivel de reservas. La medida, busca ganar tiempo en la disyuntiva entre acelerar la devaluación o bajar las tasas de interés para no afectar la actividad económica
¿Actividad económica o tasa de interés? Ni lo uno ni lo otro. Ayer, el Banco Central ensayó una jugada que, en opinión de los actores del mercado, resulta inquietante. Con el objetivo primero de conservar el nivel de reservas sin acelerar la devaluación o, en todo caso, de resguardar la “ventaja” que da estar en plena liquidación del agro de la cosecha gruesa, el Banco Central decidió sorpresivamente restringir a un mínimo las autorizaciones para que importadores puedan comprar dólares. En rigor, según señalan fuentes del mercado cambiario, todas las órdenes que se ubicaban por encima de los u$s 300.000 fueron rechazadas o repactadas para un plazo ulterior en la jornada de ayer.
La medida, tomó desprevenido a buena parte del mercado que desde muy temprano vio en la decisión del Banco Central una acción para sumar un nivel de reservas mayor, a costa de frenar los pedidos de mercadería al exterior.
De esa forma, en opinión de los especialistas, queda claro que la entidad de conduce Juan Carlos Fábrega buscó despejar dudas en torno a la evolución de los dólares necesarios para pagar las importaciones de energía y cancelar deuda nominada en dólares y así preservar el nivel de u$s 28.000 millones, en detrimento de los argumentos que señalan como prioridad la salud de la actividad económica y el empleo, el argumento que sostiene el ministro Axel Kicillof y que, según trascendió en los últimos días, lo habría enfrentado con el titular del BCRA.
Fuentes vinculadas a la entidad monetaria rectora reconocieron que “pudo haberse repactado alguna operación puntual” si bien en el mercado sostuvieron que prácticamente no se dieron autorizaciones a bancos y grandes empresas, mientras que sí se habría autorizado ventas de divisas para las pequeñas y medianas compañías. A la vez, trascendió que la decisión del BCRA no es sumar en forma indiscriminada dólares –algo que resulta muy complejo en este escenario– sino administrar el ingreso y egreso de divisas de forma tal que no existan grandes variaciones en esa política. Sin embargo, en función de la operatoria de ayer, en muchos casos esta hipótesis no resultó tangible.
“Es lógico que el Banco Central quiera preservar la mayor cantidad de dólares, pero complicó mucho la operatoria no tener el visto bueno de Fábrega para que podamos girar dólares a los importadores”, señaló el jefe de una mesas de dinero de un banco.
Con un volumen en el Mercado Único y Libre de Cambio que superó los u$s 340 millones, el Central habría sumado u$s 140 millones a sus reservas al tiempo que decidió “pisar” los pedidos de las grandes empresas y bancos, incluso aquellos que estaban programados de días anteriores. A la vez, sostienen en la City que se tuvieron operaciones de swap bancario, lo que suma volumen al mercado a la fuerte liquidación del agro, pero no pesa en las operaciones al contado ni se expresa en forma concreta en disponibilidad.
“Sabemos que se reprogramó una buena parte de las solicitudes. Desconocemos el motivo pero intuimos que se trata de una práctica que va a ser cada vez más frecuente”, señalaron desde otra entidad financiera, quienes especulan con que las próximas semanas traigan mayor cantidad de dólares y menos permisos de divisas para la importación.
