Tras la devaluación, el tipo de cambio real volvió a niveles de 2010. Pero con una mayor oferta de divisas en el mercado cambiario, esperan una apreciación del peso
Con los ojos puestos en la entrada de agrodólares y capitales extranjeros en el segundo trimestre del año, analistas de la city advierten que podría haber una apreciación del tipo de cambio real, pero que el Banco Central se abstendría de intervenir en el mercado mediante la compra de divisas para recuperar sus Reservas.
Con un dólar más débil, la autoridad monetaria priorizaría una reducción de la inflación, que tendrá un rebrote este mes a partir de la actualización de tarifas de transporte y servicios públicos por un lado, y de los resultados de la negociación paritaria, por el otro; en vez de apuntar a mantener la mejora del tipo de cambio real.
«El tipo de cambio real se está apreciando, pero no creo que eso sea un motivo de preocupación del Central en el corto plazo», aseguró Fausto Spotorno, director del Centro de Estudios Económicos de Orlando Ferreres. «El Gobierno seguirá enfocado en este segundo trimestre en normalizar los precios de la economía y frenar la inflación», añadió.
Desde octubre de 2015, el tipo de cambio real con el dólar y el real brasileño mejoró un 33%, lo que lo retrotrae a niveles de 2010. Sin embargo, esta recuperación podría frenarse.
«Si el sostenimiento de las altas tasas de interés del BCRA para moderar el ritmo de la inflación logra conectar con la entrada de capitales y anclar las expectativas de devaluación, junto con la llegada de los dólares de la cosecha, la mejora del tipo de cambio real de la foto de hoy podría acortarse en los próximos meses», afirmó Federico Furiase, economista de Estudio Bein.
Luego de un primer trimestre en el que la oferta de dólares escaseó en el mercado, a partir de abril la situación comenzará a revertirse. En este sentido, estiman que las exportaciones del complejo sojero para la nueva campaña podrían alcanzar los u$s18.100 millones, de los cuales aproximadamente u$s6.200 millones podrían concentrarse en los próximos 3 meses, cifra a la que se podrían sumar unos u$s2.100 millones adicionales correspondientes a la producción de soja de la campaña previa aún por venderse.
Se le suman los dólares financieros, tras el pago a los buitres.
La pregunta es, ahora, cuál va a ser la actitud del BCRA frente al ingreso de dólares. «Deberá decidir si intervenir en el mercado para comprar divisas y así apreciar las Reservas, mientras preserva la mejora del tipo de cambio real; o mantenerse al margen y permitir un dólar más barato, para evitar nuevas tensiones sobre los precios de la economía», dijo Furiase.
«Con un peso más fuerte, perdemos competitividad, porque aumentan los costos en dólares, especialmente para los exportadores», señaló Nery Persichini, economista de Inversor Global. «Sin embargo, si Sturzenegger opta por una posición compradora en el mercado de cambios y se mantiene la presión devaluatoria, difícilmente pueda corregirse la inflación en el corto plazo», agregó.
El Central puede optar por mantenerse al margen y dejar que el mercado sea el que se autorregule. En esto jugará un papel clave los dólares que demanden los importadores, cuyos permisos estarán completamente habilitados hacia el 1 de junio.
La medida anunciada ayer por el BCRA para obligar a las entidades bancarias a reducir su posición en moneda extranjera apunta a aumentar la oferta de divisas en el mercado. «Se ha elegido al tipo de cambio real como una herramienta para controlar la inflación. Una posible baja de tasas en los próximos días puede permitir que no se deprecie demasiado el tipo de cambio nominal», afirmó Eric Ritondale, economista de Econviews.
En la segunda mitad del año, si la inflación comienza a desacelerarse, la entidad puede volver a «darle alas» al dólar. Según los contratos futuros del Rofex, para julio, la moneda se ubicará en torno a los $16,05 en el segmento mayorista.
«Vemos un tipo de cambio que va a tender a seguir el movimiento de la inflación lo que queda del año, con un dólar en torno a los $17 para diciembre», coincidió Rintondale quien además anticipó, «después de junio, Sturzennegger va a volver a optar por bajar las tasas de Lebac».