No fue un buen día para los mercados financieros, en particular para los de más riesgo. Volvieron a caer las reservas del BCRA
El dólar «hoy», el que compra el público en los bancos y casas de cambio, subió un centavo a $14,93, mientras el marginal, casi sin operaciones terminó el día vendedor en $15,515 y con tendencia a la baja.
«No hay negocios con estas tasas», fue la lacónica explicación de un operador. «La economía está aplastada y todos apuestan a que se recupere cuando lleguen dólares del exterior para la obra pública», es una esperanza muy pequeña.
Pero la euforia por las detenciones de los funcionarios predominaba en el mercado y hacía olvidar el mal día. Todos los comentarios giraban sobre los «Panamá Papers».
A pesar de la liquidación de los exportadores, las reservas bajaron USD 80 millones, a USD 29.458 millones. Parte de la caída se debió a la baja del oro que le restó USD 31 millones. Los pagos al exterior fueron poco significativos: USD 32 millones a Brasil para compensar las monedas por el intercambio comercial.
En el Mercado Abierto Electrónico (MAE), los negocios en bonos de la deuda fueron elevados: $4.471 millones. Los títulos en dólares con legislación argentina que fueron los más operados, tuvieron leves subas. El Bonar X que vence en 2017, mejoró 0,07% y el Bonar 2024 lo hizo en 0,17 por ciento.
En el OCT-MAE, el mercado de futuros del dólar, el plazo más buscado fue fin de abril debido a que la tasa que se pagaba era de 31%. Por eso los que tenían crédito se jugaron $28 millones a $14,98. En cambio, fin de mayo, con 12 millones en juego, se pagó a $15,28, lo que implica una tasa de 30,7%. La ganancia está en que las Lebac a 35 días pagan 38 por ciento anual.
Tres ruedas de baja del Merval
En la Bolsa, el temor a que la Anses salga a vender acciones, hizo que el índice Merval de las líderes perdiera 1,69%. Ni siquiera la fuerte suba del petróleo en el mundo atenuó ese temor.
Entre los papeles privados todo fue caída, menos Petrobras que aumentó un magro 0,26%. La desesperanza había ganado a todos y con tasas tan elevadas no había mucho para pensar. Por eso casi todos fueron vendedores.
Para la rueda próxima se espera otra jornada desapasionada porque la economía está congelada con el alto rendimiento que dan los pesos.
