Se aproxima una nueva era para la energía solar. Largamente descripta como antieconómica, de a poco va ganando terreno a través de mejoras en la tecnología y el aumento del costo de la energía tradicional. Se estima que en el año 2020, la capacidad solar global instalada podría ser 20 a 40 veces su nivel actual. En el siguiente cuadro podemos ver que se estima que para 2015, la capacidad instalada será de 72 mil megawatts, versus 15 mil en 2008.
Pero no nos engañemos, el sector está todavía en su infancia. Incluso si todo el crecimiento previsto se produce, la energía solar representará sólo alrededor del 3% al 6% de la capacidad de generación de electricidad instalada o 1.5% al 3% de la producción en 2020. Además, la energía solar enfrenta desafíos que son comunes en los sectores emergentes. Varias tecnologías están compitiendo para ofrecer opciones de menor costo, y todavía no está claro cual va ser la que va a ganar. El rápido crecimiento ha creado escasez y altos márgenes para los primeros jugadores que entraron a la industria, tales como las refinerías de silicona y los fabricantes de componentes.
Impulsado por crecientes flujos de capital de riesgo y empresas de capital privado, nuevos competidores están entrando en el sector y junto a ellos, el potencial de exceso de oferta y caída de los precios, y subsecuentemente el deterioro del desempeño financiero durante algún tiempo. Debido al aumento de la competencia, las empresas de construcción de equipos generadores de energía solar inexorablemente deberán cortar sus costos mediante la mejora de procesos que se utilizan para la fabricación de células solares, la inversión en investigación y desarrollo y la producción en países de bajo costo.
Como siempre en el sector energético, será esencial que los países implementen estrategias de regulación inteligentes, que en algunas regiones podrían significar la inclusión del costo de inversión en energía solar en la base de cálculo que se utiliza para establecer tarifas para los consumidores. Las políticas del Gobierno también influyen fuertemente en el desarrollo del sector. Decidir cuándo y cómo eliminar gradualmente las subvenciones será fundamental para la creación de un sector vibrante y costo competitivo.
Incluso en las regiones que mas capacidad han instalado, la energía solar esta lejos del punto de equilibrio versus energías mas tradicionales, es decir aún es mucho mas costosa que las energías convencionales. El plazo es considerablemente mayor en países como China e India, donde las necesidades de electricidad requerirán grandes cantidades de nueva capacidad generadora en los años venideros, especialmente debido a que el costo del carbón es significativamente mas bajo. En el siguiente cuadro podemos ver como compara el costo por kilo watt versus otras fuentes de energía. Se puede ver que aun tiene un largo trecho por recorrer.
Los subsidios del gobierno han desempeñado un papel prominente en el crecimiento de la energía solar y son necesarios como en toda industria a desarrollar. Por ejemplo, los productores de energía renovable en los Estados Unidos reciben créditos fiscales, y Alemania requiere que los distribuidores de electricidad paguen tasas mayores a lo que se paga en el mercado para así subvencionar el desarrollo.
Sin estas políticas, debido al alto costo de la energía solar, no se lograría que compita con la electricidad procedente de fuentes tradicionales de combustibles fósiles en la mayoría de las regiones.
Como dato positivo, en las últimas dos décadas, el costo de fabricación e instalación de un sistema de energía solar fotovoltaico ha disminuido en alrededor del 20% con cada duplicación de la capacidad instalada. El costo de generar electricidad a partir de fuentes convencionales, por el contrario, ha ido en aumento. California, uno de los estados pioneros en energías renovables, ha implementado políticas que resultaron disminuyendo el costo de la energía solar a tal punto que hoy en día la tasa por kilovatio para usuarios residenciales es mas baja para energía solar que para energía producida por fuentes convencionales.
El aumento del precio del petróleo y otras energías convencionales, las reglamentaciones en torno a la disminución de gases de efecto invernadero y la necesidad de construir más plantas de energía para mantener el ritmo creciente de la demanda empujaran el costo de la electricidad convencional, haciendo que las fuentes de energía renovables, incluyendo la energía solar, sean cada vez mas competitivas. Para eso, sin embargo, todavía falta.
(*) El autor se desempeña actualmente en el extranjero como ejecutivo de una compañía internacional y posee un MBA de la Universidad de Chicago. Cualquier opinión vertida en este artículo pertenece solo al autor