En la entidad que conduce Federico Sturzenegger esperan el cierre del conflicto con los holdouts. El pago permitiría a Hacienda y Finanzas dar a conocer su planificación financiera y fiscal. Con esos datos oficializados, el BCRA pasará a hacer públicas sus metas
Poco después de haber puesto a rodar su proyecto de unidades indexadas para créditos y depósitos de largo plazo, el presidente del Banco Central (BCRA) Federico Sturzenegger, se prepara para hacer realidad otro de los objetivos que se planteó al momento de asumir su cargo en diciembre pasado: la fijación de metas de inflación. Si el pago a los holdouts se concreta en los próximos días las metas podrían llegar tan pronto como este mismo mes. Hacienda y Finanzas ya estableció una meta del 25% para este año, lejos del 36% interanual que acumula el índice de San Luis.
En su discurso de asunción del 14 de diciembre pasado Sturzenegger había anunciado que un sistema de metas de inflación con tipo de cambio flotante sería su «norte». Sin embargo ese rumbo debió esperar para ser adoptado.
Casi todas esas carencias están a punto de llegar a su fin. El pago a los holdouts ?si es que no se aleja mucho del 14 de abril planificado? permitiría solucionar a la mayoría.
En la autoridad monetaria consideran que una vez errado ese capítulo la pelota queda en la cancha del ministro de Hacienda, Alfonso Prat Gay. Cuando queden removidas las trabas para que el país emita deuda en el exterior, un programa fiscal y un programa monetario deberían ser publicados a la brevedad.
En realidad, Prat Gay ya hizo pública una programación financiera en enero pasado ?allí estableció sus propias metas de inflación, con el 25% como objetivo para este año y el 17% para el próximo? pero la continuidad del conflicto con los fondos buitre dejó muchas interrogantes por definir.
Las planificaciones financiera y fiscal permitirían determinar las necesidades de pesos y dólares que tendrá el Tesoro este año. Desde enero, por ejemplo, está acordado que la asistencia monetaria del BCRA al fisco será de $ 160.000 millones este año. Pero las eventuales emisiones de deuda podrían obligar a cambiar algunos puntos.
Lejos de las convicciones de los últimos doce años, la visión del nuevo Gobierno respecto del combate a la inflación tiene en la reducción del déficit público una de sus principales batallas a librar.
Una vez conocidas esas planificaciones, el objetivo de Sturzenegger es dar a conocer de inmediato su programa monetario 2016, que en diciembre del año pasado fue publicado sin especificar ningún número debido a estos mismos faltantes. Dentro de esa publicación estarán incluidas las metas, ahora oficiales, del BCRA.
El sistema de metas de inflación, que consiste en establecer objetivos de tasa de avance de precios y luego utilizar distintas herramientas monetarias ?más que nada la tasa de interés? para intentar alcanzarlas está muy extendido entre países desarrollado y emergentes por igual. De los bancos centrales de países que limitan con la Argentina sólo el boliviano no publica las suyas en su Web.
La implementación de las metas no debería cambiar mucho la política monetaria del BCRA, que en líneas generales usa la tasa para tratar de desacelerar el avance de los precios.
La novedad que traerían las metas, si el BCRA logra ser convincente con ellas, es que permitiría ir reduciendo gradualmente el factor inercial de la inflación: las subas de precios preventivas que hacen los actores económicos en contexto de suba de precios.
El último ítem necesario, el de un índice de precios oficial, deberá esperar algo más. Este martes el Indec presentará la metodología que utilizará para la publicación, que está prevista recién para junio.