Los analistas esperan cierta pax cambiaria en las cotizaciones, con el triunfo de Sergio Massa, los distintos tipos de cambio podrían apaciguar su volatilidad
El Secretario de Política Económica, Gabriel Rubinstein, afirmó la semana pasada que, más allá de los resultados electorales, el Gobierno no llevará a cabo una devaluación, sino que retornará al sistema de tipo de cambio con ajuste gradual (crawling peg) recién en noviembre.
Para los analistas, es evidente que la situación actual es insostenible, pero también está claro que poner en marcha una devaluación sin un sólido plan económico no aporta soluciones significativas. Así como que el resultado de este domingo “dejó mal parados a los analistas”; y en ese sentido, es probable que el mercado baraje dos posibles escenarios.
En un contexto de alta inflación, cualquier devaluación se traduce de inmediato en un aumento de los precios, lo que no resuelve los desequilibrios económicos subyacentes. La reciente liberalización del segundo tramo del swap con China podría proporcionar un alivio temporal al suministro de dólares para mantener esta política, pero no elimina las consecuencias a largo plazo de una estrategia insostenible.
Desde un punto de vista político, el ministro de Economía, Sergio Massa, debe tomar medidas para prevenir la aparición de una nueva oleada inflacionaria que pueda amenazar su éxito en la segunda vuelta. «Es fundamental evitar que se repita un incremento abrupto en el tipo de cambio, como el ocurrido el 14 de agosto, que provocó un aumento en la inflación del 6,3% en julio al 12,4% en agosto y al 12,7% en septiembre», sostiene un informe de PPI.
«En caso de sostenerse el tipo de cambio en $350 hasta la segunda vuelta, el tipo de cambio real tendrá una marcada baja o, dicho de otra manera, el peso estará más que artificialmente apreciado en el mercado oficial», advierte el documento.
En ese contexto, los analistas esperan cierta pax cambiaria en las cotizaciones, con el triunfo de Sergio Massa, los distintos tipos de cambio podrían apaciguar su volatilidad. No obstante, como bien explica Salvador Vitelli, head of research en Romano Group a Ámbito, “es probable que persista la volatilidad en un escenario donde el oficialismo hará todo lo posible por asegurarse otros cuatro años en el poder”, lo que para el analista, se traduce en “más intervención en los mercados de divisas y futuros”.
Vitelli, espera que desde este lunes, “probablemente”, el CCL (Contado con Liquidación) registre una disminución y con la moderación que mostró (Javier) Milei en su discurso poselectoral, podría haber más alivio en las cotizaciones del dólar, que se encontraban en niveles excesivamente elevados. “Sin embargo, esta calma podría ser de corta duración”, advierte Vitelli.
Dólar: la tensa calma poselectoral
La economista Elena Alonso, por su parte, anticipa un período de relativa estabilidad en el mercado cambiario, al menos durante los próximos días. Estima que el Gobierno implemente “una serie de medidas destinadas a recuperar reservas, posiblemente incluyendo la liquidación de nuevos dólares por exportaciones para evitar alguna crisis». Con el aumento de las tasas de interés como punta de lanza de esas medidas.
Alonso, comenta que, hasta el balotaje, es probable que se tomen medidas significativas, que “estarán orientadas hacia la acumulación de reservas y la restauración de la confianza en lugar de un enfoque exclusivo en la economía de los ciudadanos”. La lucha contra la inflación será un desafío importante, y se harán esfuerzos para evitar “un aumento significativo en el tipo de cambio, lo que implica que las intervenciones en el mercado continuarán”, concluye.
Dólar e inflación: una recalentada de precios en el horizonte
En línea con los analistas consultados por este medio, el economista Federico Glustein anticipa una calma en los distintos tipos de cambio. Este resultado no se había reflejado en ninguna encuesta previa, y es “probable que veamos una disminución en los valores del dólar y las cotizaciones”, indica.
Para Glustein, el resultado de las elecciones “dejó mal parados a los analistas”, y es probable que el mercado contemple dos posibles escenarios. Uno, que anticipa una victoria de Massa, lo que podría implicar “una devaluación más moderada” y una convergencia hacia un tipo de cambio más bajo.
El otro escenario, “con una victoria de Milei, que podría llevar a un tipo de cambio más alto”, aunque el economista considera que la tendencia “se inclina hacia una victoria de Massa, pero la incertidumbre puede aumentar en cualquier dirección”, advierte.
Además, el panorama electoral podría tener un impacto en los precios, con la posibilidad de una aceleración en la dinámica se acelere impulsados en parte por la inercia económica.
De esta manera, es probable que el Gobierno continúe buscando soluciones para evitar una devaluación desordenada y una escalada inflacionaria. Dentro de esa estrategia, retomar la paridad móvil y reforzar las reservas del Banco Central, serán elementos clave.